Hay tantas preparaciones a las que les podemos agregar crema pastelera que sin duda esta receta los acompañará toda la vida, ya sea como relleno o cobertura de tortas y pasteles. ¡La usarán una infinidad de veces de forma muy variada en la cocina!
Puedes comenzar por unos berlines fritos o unos deliciosos profiteroles.
Ingredientes:
½ litro de leche
40 g de fécula de maíz
8 cucharadas rasas de azúcar
50 g de mantequilla (le dará la cremosidad que buscamos)
4 yemas de huevo
1 vaina de vainilla
Preparación:
Ponemos la leche y la vaina de la vainilla en una olla a fuego bajo hasta que hierba. Retiraremos del fuego y lo dejaremos reposar hasta que baje la temperatura. Cuando esto ocurra colaremos la leche para filtrar los resto de vainilla.
Mientras, en otro bol, podemos mezclar las yemas de huevo agitando con una varilla e incorporando el azúcar hasta notar que la mezcla se torna homogénea.
Ahora es el momento de incorporar la fécula de maíz, y para evitar que quede con grumos, lo haremos disolviéndola primero en leche fría, con mucho cuidado lo incorporaremos al resto de la mezcla sin dejar de revolver.
Vertemos ahora la leche que teníamos en reposo, asegurándonos antes que esté a temperatura ambiente, ya que en caso de estar aún caliente podría cocinar lo huevos de nuestra mezcla.
Ahora vamos nuevamente a la olla, removemos la mezcla a fuego lento, asegurándonos que no se pegue, hasta que notemos que ha espesado con la consistencia típica de una crema pastelera. Cuando eso ocurra lo retiraremos del fuego e incorporaremos inmediatamente la mantequilla que le dará la cuota de cremosidad que buscamos. Para esto es mejor tener la mantequilla a temperatura ambiente, así nos aseguraremos que se integre a la mezcla adecuadamente.
Ahora puedes utilizarla como quieras en los más delicioso postres que se te quieras descubrir con este infaltable de la repostería.