Las Masitas
Doña Adela
Conoce su historia:
Como por cosa del destino empezó la historia de Doña Adela. Junto con su esposo, elaborador de máquinas panaderas, decidieron hacer una muestra de su último producto haciendo unos panes para las personas que estaban interesadas en comprar la máquina.
Tanto fue el revuelo y la atención que consiguió que pronto la gente empezara a preguntarle para cuando estaría listo el pan. Así empezó la historia de “Las Masitas”, el almacén favorito de la tercera edad situada en San Ignacio 1162.
Doña Adela sabe que la mejor forma de tener a la clientela feliz es dándole lo que ellos piden. “El hecho de ir enganchando clientela con más productos es porque la gente así lo ha exigido. Por ejemplo un tiempo dejé de traer verduras y comenzaron a pedirme que por favor trajera, a veces no pueden ir a la feria porque se les hace lejos.”
Pero no es su único truco, ya que Doña Adela Figueroa sabe que su ubicación también es un plus para la gente. Facilitarles el día acercándole las compras siempre le es agradecido por la tercera edad. «Con este local se les abrió la posibilidad de no tener que ir a los supermercados del centro porque aquí está todo a la mano”.
Pero lo que nunca puede falta en “Las Masitas” son sus ricos pasteles y panes, los favoritos tanto de los mayores y los menores. Mientras que el almacén se sitúa en un barrio residencial, los estudiantes universitarios también son los regalos de Doña Adela. “La mayoría de nuestros clientes son gente de la tercera edad, por eso tenemos harta panadería y pastelería.
Además los estudiantes son mis regalones y acá sabemos como entregarles un buen surtido de productos que les interesa consumir a ellos”. La producción en casa siempre es lo mejor y Doña Adela lo sabe, en su local se produce de todo, tiene un maestro panadero y un maestro pastelero que son muy buenos en su oficio y eso marca la diferencia entre los almacenes del sector. » La gente sabe los días precisos que sale el pan que más le gusta.”
Si anda por el sector, dese una vuelta por “Las Masitas” y cómase un rico cocaví. No se arrepentirá.