Los famosos grisines, esos ricos palitos de pan con forma delgada y alargada, similar a una bombilla, los hemos visto con frecuencia en las tablas de aperitivos o como antesala en un restaurant, especialmente en las trattorias italianas que nos acostumbrado a esta preparación.
Bueno, es el momento de no esperar a ir un restorán para encontrarnos con ellos, bien podemos prepararlo en casa cuando queramos y con muy poquitos ingredientes. Solo es hay que tener las ganas y esta receta de Doña Nana.
Ingredientes:
4 tazas de harina
1 y 1/2 cucharadita de sal
50 gramos de a temperatura ambiente
15 gramos de levadura fresca o ½ cucharada de levadura seca
1 taza de agua tibia
Preparación:
Introducir en un bol la harina junto con la sal y la mantequilla, integrando los ingredientes con las manos poco a poco.
En un tazón o bol aparte, diluir la lavadura en agua tibia.
Unir el contenido de ambos recipientes, mezclándolos suavemente con las manos, para llevar todo a un mesón previamente enharinado.
Amasar un poco, solo para asegurarse que se una la masa, hasta notar una textura lisa y suave. No es necesario amasar mucho, ya que los grisines son de por sí crocantes.
Introducimos toda la masa en un bol ligeramente enharinado y lo dejamos reposar, cubierto de papel film y sobre este un paño, durante 30 minutos aproximadamente.
Notaremos que la masa se infló, justamente lo que estábamos buscando al dejarla reposar. La llevaremos a un mesón nuevamente para estirarla con la ayuda de un rodillo, dejando un grosor de 1 centímetro.
Cortar tiras largas e ir girándolas una por una sobre la mesa para que tome la forma cilíndrica conocida de los grisines.
Precalentar el horno a 200º antes de agregar los palitos de pan, en aproximadamente 15 minutos estarán dorados y crujientes para ser devorados.