Estos mini panecillos que los ingleses suelen comer a la hora del té, acompañándolos de mermelada o en su tradicional versión salada, son el último descubrimiento de Doña Nana en la cocina, una preparación que resulta bastante sencilla de hacer y les permitirá contar con una alternativa para ofrecerle a la reina Isabel cuando los visite en casa. Bueno, quizás eso no ocurra, pero al menos podrán imaginarlo al degustar un scone de queso hecho por ustedes mismos.
Ingredientes
2 tazas de Harina
4 cucharaditas de Polvo de hornear
½ cucharadita de Sal
4 cucharadas de Queso rallado
80 gramos de
1 Huevo
7 cucharadas de Leche
Preparación
Lo primero será tamizar los ingredientes secos: harina, polvos de hornear y sal. Te recomendamos hacerlo directamente en el bol en donde realizarás toda la mezcla.
Ahora agregaremos el queso rayado y la mantequilla (fría o a temperatura ambiente, desmenuzándola con un tenedor).
Luego será el turno del huevo y la leche, amasando suavemente para que la masa quede uniforme.
Estiraremos la masa en un mesón con harina para facilitar el trabajo, dejando un espesor de 2 centímetros aproximadamente. Sobre esa masa recortaremos los trozos que se transformarán en scones, puedes darle la forma que quieras, lo más común son los redondos, pero también pueden ser cuadrados o triangulares.
Enmantequillar una bandeja de horno y llevar los panecillos a ella pintando cada uno con la yema de un huevo (batida).
Precalentar el horno a 200º y dejar cocer durante 10 a 15 minutos, cuando tomen un color algo dorado.
Eso es todo amigos, ahora es el turno de uds. de experimentar en la cocina esta deliciosa preparación. Esperamos la disfruten tanto como Doña Nana y Don Mylton.